Querido cuidador,
Sabes que tengo Parkinson y que esta enfermedad no es infecciosa ni contagiosa.
Ya sabes que avanza lentamente y que hay medicamentos que pueden ayudar…
¡Quédate a mi lado!
A veces tengo buenos días y a veces no…
Los medicamentos controlan algunos de mis temblores.
Si me tiemblan las manos o los pies, ¡me siento sobre mi mano o la meto en el bolsillo!
Actúa con naturalidad, trátame como siempre los has hecho.
Si crees que ya no me divierto porque ya no me río, te equivocas, cuando parece que te miro vagamente o parezco inexpresivo, este es uno de los síntomas del Parkinson, que ya conozco muy bien.
Escucho y quiero comunicarme e interactuar normalmente… llevo cosas dentro de mí que solo los que tienen Parkinson saben… que no pueda comunicarme, no quiere decir que no tenga nada que expresar…
¡Tengo la misma inteligencia, simplemente es difícil cambiar mi expresión facial y dejar de temblar o hacerme entender!
Tengo dificultad para tragar, incluso babeo.
Me molesta, por eso siempre guardo un pañuelo.
Notarás que mi voz a veces es más fuerte y otras más débil. También es por la Enfermedad de Parkinson. Por favor, intenta escucharme con paciencia.
La misma química cerebral que causa mis movimientos lentos también me hace hablar despacio.
Cuando quiera unirme a una conversación, déjame hablar…
Déjame comunicarme…
Déjame socializar… Ayúdame con eso.
Al intentar levantarme, me doy cuenta de que apenas puedo moverme, tal vez el efecto de la medicación se esté agotando, esta rigidez también es parte de la Enfermedad de Parkinson.
¡Ayúdame a caminar más rápido!
Solo tengo dos velocidades: lento y más lento.
Necesito hacer ejercicio y caminar todos los días, de 2 a 3km es suficiente.
Ven conmigo, porque contigo acompañándome, me divierto y tengo más coraje para caminar lo que necesito.
Puede que sea un paseo lento, ¡pero llegaremos!
Si casi me caigo o camino hacia delante, sé que estarás conmigo.
Sabes que no siempre soy consciente de lo que hago.
Debo hacer ejercicio todos los días para estirar, flexionar, mover mis músculos y hacer que sean más fuertes y flexibles.
Mi querido cuidador, vengo a pedirte que en caso de que tenga insomnio y te des cuenta de que estoy dando de vueltas por la casa a media noche y me quejo que no puedo dormir, es culpa de la Enfermedad de Parkinson, no tiene nada que ver con lo que comí o la hora en la que me fui a dormir.
A veces duermo durante el día, para que pueda recuperarme un poco. No siempre puedo controlar cuándo me siento cansado o si quiero dormir.
¡Por favor tenme paciencia! Necesito que comprendas que ahora soy más lento por causa de la Enfermedad de Parkinson.
Necesito cuidados y amigos, quiero seguir siendo parte de tu vida y quiero que tú sigas siendo parte de la mía, porque eres muy importante para mí.
Déjame vivir tus vivencias y comparte conmigo todo tu cariño, pues estoy eternamente agradecido de tenerte aquí conmigo, enseñándome a caminar, ayudándome a no equivocarme, brindándome el mayor regalo: el don del cariño, paciencia y generosidad.
¡Estaré siempre agradecido!
COLABORACIÓN:
Asociación de Parkinson de Minas Gerais Brasil – ASPARMIG
Texto cedido por Janette de Melo Franco
Para más información: https://aspparming.com.br