

El estudio señala la importancia de la rehabilitación motriz de los pacientes de Parkinson, al mismo tiempo que la rehabilitación cognitiva. Fue realizado en la Escuela de Medicina de Tau Sakler y el Centro Médico de Tel Aviv por el profesor Jeff Hausdorff y los doctores Inbal Maiden, Anat Mirelman y Nir Giladi y fue publicado en la revista neurology.
Los pacientes de Parkinson normalmente viven una perdida neuronal gradual, lo que lleva complicaciones cognitivas y motoras que afectan su habilidad para caminar y debilitan los músculos. Esto, en consecuencia, aumenta las posibilidades de sufrir una caída que en algunas ocasiones pueden ser muy graves o incluso fatales. Un nuevo estudio muestra que el índice de caídas en los pacientes se reduce notoriamente cuando realizan entrenamientos en una caminadora eléctrica con lentes de realidad virtual. El número de neuronas que se activan en la corteza se reduce, los que mejora ciertas capacidades motrices y tareas demandantes para los pacientes.
“En investigaciones previas, mostramos que los pacientes de Parkinson usan funciones cognitivas, lo que se refleja en la activación de la zona pre frontal de la corteza del cerebro, para compensar la pérdida de ciertas capacidades motrices”, explica el profesor Hausdorff. Así, demostraron que una rutina específica de ejercicios enfocados en el control cognitivo, combinados con actividades en una caminadora con lentes de realidad virtual que muestran obstáculos en el camino llevan a disminuir drásticamente el índice de caídas en los pacientes de Parkinson.
En detalle, el programa de realidad virtual consiste en que los pacientes deben evitar obstáculos que aparecen en los lentes mientras caminan. Esto mejor las capacidades cognitivas del paciente, lo que reduce la actividad en la zona prefrontal del cerebro. Así se logra automatizar ciertas funciones motrices de los pacientes, y se reduce el riesgo de una caída.
El estudio se realizó en diecisiete sujetos que practicaron el ejercicio de la caminador con los lentes de realidad virtual. En un periodo de seis semanas, entrenaron tres veces a la semana en rutinas de alrededor de una hora. Al practicarlo, los pacientes aprendían a lidiar con obstáculos de la vida real en un ambiente virtual y seguro, lo que los ayudaba a practicar sus habilidades motoras. Los investigadores utilizaron imágenes de resonancias magnéticas para evaluar los resultados.
“Los resultados del estudio refuerzan la hipótesis de que este tipo de entrenamiento mejora las capacidades motrices y cognitivas de los pacientes, por encima de los ejercicios regulares con caminadora eléctrica”. Lo más importante, señala el profesor Hausdorff es que “incluso en pacientes muy avanzados, con entre 60 y 80 por ciento de sus neuronas dopaminérgicas muertas, aún hay una oportunidad de mejorar la actividad cognitiva. Así mismo, los entrenamientos deberían ser personalizados para cada paciente, para atacar el problema en específico”.
Fuente: https://www.sciencedaily.com/releases/2017/11/171128120150.htm