Párkinson

Tratamientos para el párkinson

Información de los Tratamientos

Si tú o alguien de tu familia recientemente fueron diagnosticados con párkinson, entendemos que esto podrá haber sido un shock.

Al no existir una cura, las diferentes opciones de tratamientos adecuados pueden ayudar a controlar los síntomas.
Cada persona es un caso diferente y es importante tomar decisiones acerca del tratamiento siempre guiadas por el médico tratante y especialista.

De forma generalizada, existen dos grandes categorías: tratamientos farmacológicos y el tratamiento quirúrgico.

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Tratamientos Farmacológicos

Son útiles en las etapas tempranas de la condición, pero su efectividad puede disminuir con el tiempo.

A medida que la condición avanza, son necesarias mayores dosis para obtener el mismo efecto sobre los síntomas motrices, eventualmente causando efectos secundarios.

Tratamientos Quirúrgicos

Cuando los medicamentos están perdiendo su efectividad, la cirugía de estimulación cerebral profunda (DBS) es una opción para  controlar los síntomas motores.

 La terapia DBS es un procedimiento quirúrgico mediante el cual, unos cables muy finos llamados electrodos, envían impulsos eléctricos a áreas del cerebro que controlan los movimientos. Estos electrodos se conectan a un dispositivo llamado neuroestimulador, el cual se implanta debajo de la piel del pecho o del abdomen.

Terapias complementarias

En las primeras fases de diagnóstico, el médico puede recomendar cambios en el estilo de vida y terapias que puedan mejorar algunos síntomas para mejorar la calidad de vida de la persona diagnosticada y de su entorno familiar. Estas pueden ser:

Mantenerte activo

Mantente activo

2.5 horas de ejercicio semanales, reducen la progresividad de los síntomas.

Comer saludablemente

Come Saludablemente

Dieta balanceada.

Expresarte a través de actividades artísticas

Exprésate a través de actividades artísticas

Arte, canto, tocar algún instrumento, jardinería.

Cuidar tu salud mental

Cuida tu salud mental

Cuida de ti mismo.

Estas son solo algunas de las terapias de apoyo, existen muchas más. Habla con tu médico o con tu grupo local de apoyo para encontrar otras más que estén disponibles para ti.